martes, 24 de mayo de 2011

¿Quién fue el científico más importante de la historia? Who is the most important scientist ever?




Esta es una pregunta bastante fácil de responder.

Si, por el contrario, la pregunta fuese: "¿Cuál fue el segundo científico más importante de la historia?". Entonces, tendríamos un bonito debate acerca de los logros de las mayores mentes que la humanidad ha visto.



Podríamos, por ejemplo, hablar de Arquímedes. Matemático, físico, astrónomo e inventor. Lo conoceréis por su "Principio de Arquímedes" y la famosa anécdota de "Eureka!".

Domenico Fetti (1620)
 
   "Entre sus avances en física se encuentran sus fundamentos en hidrostática, estática y la explicación del principio de la palanca. Es reconocido por haber diseñado innovadoras máquinas, incluyendo armas de asedio y el tornillo de Arquímedes, que lleva su nombre."

   "Se considera que Arquímedes fue uno de los matemáticos más grandes de la antigüedad y, en general, de toda la historia. Usó el método de exhausción para calcular el área bajo el arco de una parábola con el sumatorio de una serie infinita, y dio una aproximación extremadamente precisa del número Pi. También definió la espiral que lleva su nombre, fórmulas para los volúmenes de las superficies de revolución y un ingenioso sistema para expresar números muy largos."


   También nos vendrá a la mente Galileo Galilei. Astrónomo, físico, filósofo y matemático.

Galileo por Leoni
Perfeccionó enormemente el telescopio, descubrió con él cuatro satélites en Júpiter: Calixto, Europa, Ganimedes e Io.
 Descubrió y explicó las manchas solares y las fases de Venus. Con ello la teoría heliocéntrica se posicionaba por encima de la teoría geocéntrica. Puesto que era más fácil explicar estos fenómenos con ella.


Albert Einstein quizás podría ser el candidato que todos teníais en mente. 


   En 1905, ¡y con 25 años! publicó su tesis: "Una nueva determinación de las dimensiones moleculares" que incluía la "Teoría de la Relatividad especial", "El Movimiento Browniano", "La equivalencia masa-energía" (aquello de   E = mc²) y el "Efecto fotoeléctrico" por el que recibiría el Premio Nobel de Física en 1921.


Pero no.



   Isaac Newton describió la "Ley de la Gravitación Universal" que explicaban las leyes de Kepler, estableció las bases para la mecánica clásica con las tres leyes que llevan su nombre y que estudiaste en el colegio, realizó trabajos brillantes sobre la naturaleza de la luz y la óptica en su obra "Opticks" y desarrolló el "Cálculo Matemático" (el diferencial y el integral).....
....la mayoría de estos trabajos los hizo, antes de cumplir 25 años.....




Isaac Asimov, en su libro "Cien preguntas básicas sobre la Ciencia" le describió así:

"A veces me preguntan cuál fue el científico más importante de la historia. Si me preguntan cuál fue el segundo más importante, me veo en problemas, porque tengo que decidir entre Albert Einstein, que desarrolló la Teoría de la Relatividad, Watson y Crick, que comprendieron la estructura del ADN, Darwin, que descubrió la evolución... Pero cuando me preguntan por el más importante, la respuesta es muy simple: Isaac Newton. Newton descubrió la gravedad, inventando de un plumazo la mecánica celeste y explicando los causas aún desconocidas de muchos fenómenos de la astronomía y la física. Newton inventó el cálculo integral, creando así las matemáticas avanzadas. Newton creó y perfeccionó el cálculo infinitesimal. Newton descubrió la propagación de las ondas, dando origen a la acústica. Newton fundó la óptica, descubriendo la descomposición de la luz. Newton inventó el telescopio reflector. Newton inventó el sextante. Newton es el fundador de la ciencia moderna. Sin él, el mundo que conocemos no hubiese existido nunca".
Fragmento del libro por el cual me he animado a escribir esta entrada.(ISBN: 8420639826 ISBN-13: 9788420639826)

Existe una gran anécdota que cuenta la historia de por qué se le conoce como "Garras de León", reproduzco a continuación el texto:

Ex ungue leonis
por Marcelo Dos Santos (especial para Axxón) http://www.marcelodossantos.com.ar

"En 1696, Johann Bernoulli planteó ante los matemáticos de la Royal Society dos abtrusos problemas matemáticos. Más que de un pedido de colaboración entre científicos, se trató de una especie de concurso: Johann ofreció como premio, a quien fuese capaz de dar las soluciones de ambos, un libro científico de su biblioteca personal. Bernoulli sabía que muchos de los miembros de la Sociedad ambicionaban el ejemplar, que a la sazón era carísimo: costaba nada más ni nada menos que cuatro chelines, toda una fortuna para la época. Aunque la mayor parte de los miembros de la Royal Society eran genios absolutos, su excelencia científica no los había hecho ricos, y ninguno de ellos disponía de peculio suficiente para comprarlo, ni siquiera los que ostentaban títulos de Sir o Lord.
Bernoulli sabía que, con el aliciente del libro, todos pondrían manos a la obra con ahínco y tenacidad. Estableció un plazo máximo de seis meses para presentar las soluciones, y se puso a esperar.
Entre los participantes del certamen se encontraban: Robert Hooke, matemático y descubridor de la célula; Sir Edmond Halley, físico, matemático y astrónomo, descubridor de la periodicidad de los cometas, que encontró estudiando al que hoy lleva su nombre; Gottfried Leibniz, coinventor, junto con Newton, del cálculo infinitesimal (lo desarrollaron independientemente y sin colaborar entre sí: la diferencia estuvo en que Leibniz lo publicó de inmediato y Newton no lo hizo hasta mucho después), Sir Christopher Wren, Christiaan Huygens y otras figuras de similar talento. Por causas no muy bien establecidas, Newton no estaba presente en el lanzamiento del desafío y no se enteró del concurso en ese momento.
Bernoulli esperó y esperó... Esperó y esperó.
Esperó.
Los seis meses transcurrieron, y sólo Leibniz había encontrado la solución a uno de los dos problemas. Como las bases decían que el ganador debía resolver ambos, Bernoulli extendió el plazo por seis meses más, en la esperanza de que alguien consiguiera la solución al segundo.
El año transcurrió, y nadie pudo mejorar la solución de Leibniz al primer problema y mucho menos resolver el segundo.
Molesto por su fracaso, Leibniz sugirió a Bernoulli que se solicitara el auxilio de Newton. Johann comisionó entonces a Halley —muy amigo de Newton— para que le entregara los dos problemas.
El 29 de enero de 1697 Halley visitó a Newton. Recuerda con asombro la entrevista con Newton, su distracción extrema y su falta de concentración en estos términos: "Llegué a su casa a las dos de la tarde. Él estaba encerrado en su estudio, y la servidumbre tenía estrictas órdenes de no molestarlo ni abrir la puerta por ningún motivo. Por lo tanto, me senté afuera a esperar que saliera. Rato después, el ama de llaves trajo el almuerzo de Newton en una bandeja, y lo dejó en el piso, frente a la puerta. Las horas pasaron. A las seis de la tarde, yo sentía un hambre atroz, y me atreví a devorar el pollo de la bandeja. Cuando Newton por fin abrió la puerta, miró los huesos del pollo en la bandeja, me miró a mí y exclamó: —¡Qué distraído soy! ¡Pensé que no había comido!".
Halley explicó a Newton la situación y le entregó la carta de Bernoulli conteniendo los dos problemas. Newton dejó la carta sobre un escritorio y despidió rápidamente a Halley, explicando que "luego echaría una ojeada a los problemas".
Los dos problemas que habían tenido ocupados a todos los miembros de la Royal Society durante más de un año, en los cuales habían fracasado matemáticos del calibre de L´Hôpital, David Gregory y Varignon, los dos problemas de los cuales Leibniz sólo había encontrado una tortuosa solución para uno de ellos, fueron resueltos por Newton en diez horas.
A las cuatro de la mañana del día siguiente los tenía listos, y a las ocho envió sus soluciones en una carta sin firma al presidente de la Royal Society. Sus desarrollos eran tan perfectos y elegantes, que las soluciones de Newton fueron publicadas —también en forma anónima— en el número de febrero de 1697 de Philosophical Transactions. Newton había resuelto en una noche dos problemas que a cualquier otro matemático le hubiesen llevado la vida entera.
Bernoulli, impresionado por la elegancia de las soluciones de Newton, no tuvo dificultad en identificar al autor: "Es Newton", afirmó. "¿Cómo lo sabe?", le preguntaron. "Porque reconozco las garras del león (Ex ungue leonis)".
Hay quien dice que tanto Johann como su hermano Jacob Bernoulli consiguieron resolver el primero de los dos problemas, de modo que sólo Newton, Leibniz y los dos Bernoulli encontraron una solución. No me sorprende, porque está demostrado que ellos eran las cuatro únicas personas que podían manejar, en la década de 1690, las complejidades y sutilezas del cálculo integral y diferencial, imprescindibles para la solución del primer problema.
La solución de Leibniz era muy trabajosa. La de Johann Bernoulli era bastante elegante pero muy particular. La de su hermano mayor Jacob era ripiosa y avanzaba con dificultad, muy elaborada y aburridísima, pero más general que la de Johann.
Creo que, a esta altura, huelga decir que la de Newton es la mejor, incluso hoy en día. Breve, simple, elegante, entretenida y general, nadie ha podido superarla.
El segundo problema, por su parte, derrotó a todos, salvo, por supuesto, a las garras del león."

EDITO: Por petición popular, he decido añadir los dos problemas de los que habla la anécdota. 
Sólo añadiré los enunciados, para ver las soluciones planteadas por Newton y la solución de Leibniz, remito a http://es.wikipedia.org/wiki/La_garra_del_le%C3%B3n#Planteamiento_de_ambos_problemas



Planteamiento de ambos problemas


Primer problema


Determinar la braquistócrona.

Segundo problema


Servirse encontrar una curva tal que si se traza una línea desde un punto dado O —que corte a la curva en P y en Q— entonces OP´ + OQ´ sea constante.


 fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/La_garra_del_le%C3%B3n#Planteamiento_de_ambos_problemas



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